Leyendo esta tarde la última reflexión del maestro José A. Guedea, me estaba viendo reflejado a mí mismo hace unos años, y ahora también.
En la Copa del Mundo de Madrid le comenté que leía sus artículos y luego los comentaba en la web que tenía del gimnasio y ahora en este blog. Parece muy evidente lo que dice, pero hasta que no lo ves escrito no caes en hacer tus propias reflexiones. Aunque esta vez me voy a permitir la libertad de extenderme en algún punto y discrepar en algún otro.
“El judoka que empieza como Pedro con cuatro años,... "si alguien siguió mis entradas de Mi Diario ya sabe que empecé un poco más tarde, pero las vivencias de aquella época todavía las recuerdo con especial cariño.
"Y de esta forma y con estas primeras competiciones llega a las categorías infantil y cadete, entre 13 y 16 años que ya se consideran más serias pues se tiene posibilidad de asistir a los campeonatos de España. Participa en estas competiciones y le salgan bien o mal, vive esta nueva experiencia de viajar y competir en un campeonato de España" Pues fue así exactamente. Primera competición a los 13 años y a los 15 mi primer campeonato de España, por aquel entonces de categoría juvenil. Y ese fue el problema, que me picó el gusanillo. Quizás lo mejor hubiera sido que hubiera salido escaldado de aquella experiencia, pero quedé 5º y con expectativas de progresar adecuadamente.
Lo del examen a Cinturón negro, tampoco lo viví como algo especial, era el camino habitual. Eso sí, las sesiones de Katas con Isi y demás compañeros de promoción dieron resultado.
"... los resultados deportivos que no obtenga o no haya obtenido como competidor hasta entonces difícilmente podrá hacerlo después." Aquí tengo que discrepar. Sin llegar a tirar cohetes mis mejores resultados llegaron después de esta etapa y creo que es cuando deben llegar. Muchos (la mayoría) de practicantes que obtienen sus mejores resultados en las etapas pre-júnior es muy difícil que permanezcan en su etapa senior obteniendo resultados, es más, al no obtener estos resultados abandonan el entrenamiento. Sí que es cierto (hay trabajos publicados de Guedea y Gimeno), que la mayoría de medallistas absolutos de judo obtuvieron buenos resultados en sus etapas infantiles y cadetes
"Para un joven, que tiene toda la salud del mundo y toda la vida por delante cambia el orden de los términos. En esta fase el joven necesita solventar el tema afectivo, el judoka necesita buscar pareja. Es el momento de descubrir el amor…y el sexo… “(habla de edad júnior)
Quizás eso pasaba hace 20 ó 30 años, pero esas experiencias hoy día se están dando de los 13 a 16 años y la influencia de los amigos, la pareja, etc. hace que muchos de los practicantes de judo u otros deportes abandonen el entrenamiento en edades tempranas.
"Y la vida sigue…" Así fue la vida siguió por esos derroteros, profesor, árbitro, entrenador preparador físico... y a la vez continuar compitiendo hasta que en un combate con uno de los alumnos de Guedea me lesioné y él mismo me dijo "no tienes la cabeza donde la debes de tener" o más o menos algo parecido. Eso me llevó a dejar la competición individual (ya era un yayo) y posteriormente los entrenamientos y las clases. Aunque en el regreso a las competiciones por equipos de principios de siglo me lo pasé genial.
Y ahora sí valoro salud, dinero y, cómo no, hoy 14 de febrero, amor.
“Y haciendo balance de su vida, se siente satisfecho cuando piensa en sus alumnos encauzados en la vida, viviendo sus ciclos, y reconoce como la relación con sus alumnos le ha ayudado a madurar, y es consciente de la influencia que él ha podido tener en…” Gonzalo que dentro de nada cumple 7 años.
En la Copa del Mundo de Madrid le comenté que leía sus artículos y luego los comentaba en la web que tenía del gimnasio y ahora en este blog. Parece muy evidente lo que dice, pero hasta que no lo ves escrito no caes en hacer tus propias reflexiones. Aunque esta vez me voy a permitir la libertad de extenderme en algún punto y discrepar en algún otro.
“El judoka que empieza como Pedro con cuatro años,... "si alguien siguió mis entradas de Mi Diario ya sabe que empecé un poco más tarde, pero las vivencias de aquella época todavía las recuerdo con especial cariño.
"Y de esta forma y con estas primeras competiciones llega a las categorías infantil y cadete, entre 13 y 16 años que ya se consideran más serias pues se tiene posibilidad de asistir a los campeonatos de España. Participa en estas competiciones y le salgan bien o mal, vive esta nueva experiencia de viajar y competir en un campeonato de España" Pues fue así exactamente. Primera competición a los 13 años y a los 15 mi primer campeonato de España, por aquel entonces de categoría juvenil. Y ese fue el problema, que me picó el gusanillo. Quizás lo mejor hubiera sido que hubiera salido escaldado de aquella experiencia, pero quedé 5º y con expectativas de progresar adecuadamente.
Lo del examen a Cinturón negro, tampoco lo viví como algo especial, era el camino habitual. Eso sí, las sesiones de Katas con Isi y demás compañeros de promoción dieron resultado.
"... los resultados deportivos que no obtenga o no haya obtenido como competidor hasta entonces difícilmente podrá hacerlo después." Aquí tengo que discrepar. Sin llegar a tirar cohetes mis mejores resultados llegaron después de esta etapa y creo que es cuando deben llegar. Muchos (la mayoría) de practicantes que obtienen sus mejores resultados en las etapas pre-júnior es muy difícil que permanezcan en su etapa senior obteniendo resultados, es más, al no obtener estos resultados abandonan el entrenamiento. Sí que es cierto (hay trabajos publicados de Guedea y Gimeno), que la mayoría de medallistas absolutos de judo obtuvieron buenos resultados en sus etapas infantiles y cadetes
"Para un joven, que tiene toda la salud del mundo y toda la vida por delante cambia el orden de los términos. En esta fase el joven necesita solventar el tema afectivo, el judoka necesita buscar pareja. Es el momento de descubrir el amor…y el sexo… “(habla de edad júnior)
Quizás eso pasaba hace 20 ó 30 años, pero esas experiencias hoy día se están dando de los 13 a 16 años y la influencia de los amigos, la pareja, etc. hace que muchos de los practicantes de judo u otros deportes abandonen el entrenamiento en edades tempranas.
"Y la vida sigue…" Así fue la vida siguió por esos derroteros, profesor, árbitro, entrenador preparador físico... y a la vez continuar compitiendo hasta que en un combate con uno de los alumnos de Guedea me lesioné y él mismo me dijo "no tienes la cabeza donde la debes de tener" o más o menos algo parecido. Eso me llevó a dejar la competición individual (ya era un yayo) y posteriormente los entrenamientos y las clases. Aunque en el regreso a las competiciones por equipos de principios de siglo me lo pasé genial.
Y ahora sí valoro salud, dinero y, cómo no, hoy 14 de febrero, amor.
“Y haciendo balance de su vida, se siente satisfecho cuando piensa en sus alumnos encauzados en la vida, viviendo sus ciclos, y reconoce como la relación con sus alumnos le ha ayudado a madurar, y es consciente de la influencia que él ha podido tener en…” Gonzalo que dentro de nada cumple 7 años.
Gracias maestro por tus reflexiones y espero que me disculpes por usar tus palabras
